The Row es el pequeño imperio que las gemelas Mary-Kate y Ashley Olsen están creando en la industria de la moda. Desde los 18 años, las hermanas se iniciaron en este proyecto como diseñadoras, directoras creativas y estilistas, haciendo de The Row una auténtica marca de lujo.
La idea surgió cuando las chicas Olsen llegaron a Nueva York a estudiar en la Universidad en el año 2004. Su primer diseño fue una sencilla camiseta blanca pero de gran calidad que tuvo un increíble éxito de ventas a pesar de tener un precio de 300 dólares. Su primera colección solamente la formaron siete prendas: esta camiseta, unos leggings y un vestido de cashmere, entre ellas.
Sus materiales son exquisitos, muy bien confeccionados, con un corte perfecto y una calidad excelente, factores que los hacen, junto con un diseño minimalista, atemporal y un tanto masculino, objetos de deseo por los más fashionistas y haciendo de sus desfiles unos de los más esperados y exclusivos de la Semana de la Moda de Nueva York. Su éxito no solo viene por crear tendencia en las colecciones sino porque ellas, además, sentadas entre las invitadas, se acercan al público y toman contacto con sus clientas, clientas a las que se les acaban haciendo las prendas a medida. Aunque las colecciones podrían ser para cualquier edad, el público objetivo de The Row son mujeres mayores, de entre 40 y 50 años; mujeres sofisticadas, que aprecian los tejidos y el diseño.
Una firma con éxito in crescendo que ha sido premiada en dos ocasiones por el Council of Fashion Designers of America (CFDA), una en 2012 a las diseñadoras del año y otra en 2014 como mejor firma de accesorios, y que cuenta con una larga lista de puntos de venta en las mejores boutiques de lujo, grandes almacenes y tiendas de la propia marca.
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